A la deriva habla del medioambiente, de la contaminación y la falta de compromiso y respeto con nuestro entorno, tema recurrente este último año en mi obra en la que trato de hacer un poco de conciencia con lo que pasa en nuestro cotidiano.
Al contrario que en INTRUSOS no son figuras puestas en escena y tampoco hay intervención por mi parte sino, son objetos inmortalizados tal cual los he encontrado.
Me llama la atención que un objeto en apariencia tan ingenuo e inofensivo como son los juguetes de bebes pueda ser considerado basura y dañinos al medioambiente, pero lo es, y forma parte de todo lo que le rodea aunque engañe a simple vista.
Los animales varados en la costa no es algo poco habitual y a lo largo de mi paseo del 28 de noviembre de 2014 a las 13:15 me resulto curioso cómo además de rastrillos y palas de plástico lo más común eran los moldes de figuras de animales de colores brillantes como parte de la basura olvidada y perdida del ser humano. La paradoja de la ruta me llevo a un alcatraz varado en la orilla aún vivo.