Desde la perspectiva de la fotografía documental, Juan Manuel Díaz Burgos (Cartagena, 1951) es probablemente el fotógrafo que más ahonda en la identidad roteña. Su visión de Rota, donde se afincó hace varias décadas, se ilustra en un trabajo fotográfico extenso. La producción roteña se añade a otras series elaboradas en Murcia, en el Caribe, en Perú etc. y que le llevaron a ser considerado como un maestro de la fotografía en España y en el extranjero. Sus series fotográficas roteñas muestran la imagen cotidiana de la villa en sus manifestaciones más personales a través de los oficios, la vida en la playa, escenas domésticas… Son a menudo retratos muy reales que desprenden vitalidad e intensidad. Resultan de una aproximación interna y externa a la vez, reflejando en varias ocasiones el vínculo visceral del artista con el mar y con la costa.
Gallera Bernal desde hace tiempo considera la mirada en el trabajo de Díaz Burgos como familiar y estructurante. Sin duda su paso de la pintura a la fotografía a finales de los años 2000 se dio teniendo a Burgos como una referencia importante. Se reconocen en la producción de la autora varios temas tratados que pueden haber sido inspirados por el fotógrafo aunque ella los haya explorado de una manera sumamente personal. Los habitantes de Rota también protagonizan las series Parcelas (2008) que tiene como escenario la playa veraniega, Vereda (2012), y ahora El Muelle. Sin lugar a duda, ambos artistas confluyen en la búsqueda del contacto con el alma del pueblo. Destacándose un discurso visual social compartido.
El retrato del marinero roteño “El Chamarín” forma parte de una serie realizada por Juan Manuel Díaz Burgos en los años 80. Esta foto en la que el pescador posa con franqueza y orgullo resulta ser un punto de cruce y de encuentro posible entre las miradas de los dos fotógrafos. Aquí igual que en las fotos de El Muelle, el modelo posa generosamente ante la cámara. Devuelto a la inercia de la tierra firme, el pescador aparece paciente, a la espera de rembarcar en cuanto vuelva la marea alta. Así ofrece una fuerte presencia, consciente y feliz de que lo celebren a él, y a través de él, su condición de marinero.
Fabiola Ecot Ayissi | CIPCA – Centre International pour le Patrimoine Culturel Africain